¿Cuántas veces te pasó que te dijeron: “che, tenés que ver esta serie o película que te va a volar la cabeza”? ¿Y cuántas realmente te pasó que hayas quedado dado vuelta después de verla? Es un tema de gustos, dirán, o simplemente momentos en lo que uno está y que quizás aprecie las cosas de otra manera; pero sin dudas es difícil a veces convencerse de mirar algo que por algún motivo extraño alguien nos recomendó. Por eso, no pretendo que después de leer esto agarres Netflix, Amazon o Cuevana para darle play a alguna de estas series o películas; aunque si me gustaría que en ese momento donde no sepas qué hacer o qué ver, puedas encontrar en esta lista una pequeña salvación.
Esta vez se trata de visibilizar una cuestión que si bien en Argentina parece que no nos toca “tan de cerca”, existe y es imposible hoy no verla: la discriminación racial, esa que nos separa por color de piel, de ojos, o hasta por el lugar de dónde venimos. Esa que nos aleja de personas porque creemos que son “inferiores”.
La xenofobia también entra en juego y eso si que lo vivimos en carne propia en nuestro país. Esa forma de catalogar al de afuera, al extranjero, al que no es de acá, que tenemos y creemos que no lastima. Ese “ir al bolita a comprar la verdura”, “traer unas birras del chino” o “el venezolano del Rappi”, también nos alejan y son formas de denotar inferioridad en el otro. Catalogarlo por de dónde viene y no quién es.
En 2018 la ONU en el marco de los cien años del nacimiento de Mandela publicó una resolución con varios “fundamentos” para entender la importancia que tiene el racismo y la xenofobia. En ese escrito, la organización plantó ciertas bases que siempre es bueno tener en cuenta:
–Todos los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y en derechos.
–Todos y todas tenemos la misma capacidad de contribuir de forma constructiva al desarrollo y bienestar de la sociedad.
–Todas las doctrinas sobre la superioridad racial son científicamente falsas y moralmente condenables, socialmente injustas y peligrosas.
¿Qué raro no? Varias de ellas parecen tan obvias y fáciles de llevar a cabo en el día día, que se nos olvidan al toque cuando abrimos la puerta de nuestra casa para ir “a lo del bolita a comprar tomates”.
Si bien en el mundo del entretenimiento este problema existe y es uno de los mayores conflictos evidentes (por ej. los pocos papeles de actores y actrices negras en roles protagónicos, o el consumo de artistas de otras nacionalidades o con otro idioma), es también uno de los pocos lugares donde se visibiliza este enorme problema que tenemos dentro de la sociedad. Por eso, decidimos que no hay nada mejor que recomendarte algunas series y películas para empezar, de a poco, a terminar con esos prejuicios y formas de discriminación que hoy siguen presentes en todo el mundo. Tomá nota y mirá:
When they see us
Me la devoré. Una noche entre el insomnio y el aburrimiento, encontré esta mini-serie que me tentaba poco y nada. Pero la noche y las horas que le sobraban me hicieron darle play, y perderme en esta historia real que transita entre la discriminación, la injusticia, la violencia y el drama.
Basada en el famoso caso de la corredora violada en el Central Park en 1989 que conmocionó, como muy bien muestran, a todo Nueva York y a todo Estados Unidos. Fue tal el impacto del caso y su mediatización, que en ese entonces hasta Trump, multimillonario y empresario, publicó una solicitada acusando a este grupo de cinco chicos negros de la violación de la joven.
No te voy a contar el final -aunque calculo que muchas cosas te imaginarás- pero si te digo que cada uno de los cuatro capítulos te hacen pasar por distintas emociones, con la indignación como principal motor.
Greenbook
La vi en cuarentena y algo obligado. Mi hermano la había visto y me la había recomendado varias veces, pero la verdad que Vigo Mortensen me la baja y me costaba mucho mirarla por ese simple y único motivo. Insistió tanto que una noche nos juntamos en el living de lo de mis viejos todos juntos y, entre cucharadas de sopa y vino, le dimos play a ese viaje por las rutas yanquis de los 60’s.
El jazz te acompaña y te hace mucho más amena la realidad que se vivía en ese momento. Podías ser el mejor en algo, exitoso y hasta millonario; pero si cruzabas la frontera de ciertos estados y el color de tu piel era negro pasabas a ser una lacra. Lisa y llanamente. Ibas a un baño distinto y hecho mierda, vivías en hoteles alejados y venidos a menos, y no te podías sentar en la mesa de un restaurante aunque con tu billetera pudieras invitar a todos los comensales.
Greenbook es un viaje perfecto por una época donde ser negro era casi como un delito, pero también un perfecto reflejo de que hoy, sesenta años después, seguimos cometiendo los mismos errores.
Ya no estoy aquí
Una realidad cruda, contemporánea y ajena al resto: los jóvenes que son parte de la cultura Kolombiana en Monterrey (México) y su vida entre el narcotráfico, la pobreza, la discriminación, la cumbia, el baile y el deseo de una vida mejor alejada y en otro idioma.
Sí, de eso trata este drama independiente que se puede ver en Netflix y que te transporta a Monterrey y Nueva York, a la cumbia y las drogas, a la vida y la muerte. Ser inmigrante y no perder tus raíces en el intento. O mejor dicho, buscar un futuro mejor sin renegar de tu pasado.
Enmienda XIII
Este documental de Netflix es del 2016 y habla sobre un fenómeno conocido pero muy poco criticado: la esclavización de la población carcelaria en el mundo, aunque la película haga hincapié en Estados Unidos. Y, como se trata de una crítica al sistema de ese país, se focaliza en la gran cantidad de personas negras que, una vez puestas tras las rejas, cumplen trabajos para grandes compañías por salarios inhumanos.
En una pequeña reseña que escribí hace varios años sobre esta película, cuento detalles como que por ejemplo que el Departamento de Trabajo de Estados Unidos creó en 1996 la llamada WOTC -Work Opportunity Tax Credit- que les permite a las empresas que realicen trabajos con presos para deducir impuestos, logrando así descuentos millonarios. Y que a su vez, tienen acuerdos para que la hora de trabajo de un preso sea pagada entre 25 centavos de dólar y 1.15 dólares, casi seis veces más bajo de lo que el gobierno establece como tarifa mínima.
Un informe que se muestra en el documental revela que, por ejemplo, la marca de lencería Victoria Secrets le pagaba a mujeres que estaban en una prisión de California por reemplazar etiquetas que decían “Hecho en Honduras” por otras en las que se leyera “Hecho en Estados Unidos”. Y que además los uniformes que utilizan los empleados de McDonalds en los Estados Unidos están hechos por reclusos que ganan mucho menos por hora de lo que lo hacen quienes los usan detrás del mostrador.
Estos son solo ejemplos de un documental que vale la pena ver para entender esta nueva forma de esclavización.
Atlanta
Un poco de humor nunca está de más, ¿no? Bueno, Donald Glover -a veces conocido como Childish Gambino- quiso llevar a un extremo casi imposible la cuestión racial: creó su propio Justin Bieber negro. Eso, entre muchas otras cosas, hizo en esta comedia ácida de dos temporadas y con mucha crítica racial y social. La desventaja del color de tu piel en la industria del entretenimiento, los preconceptos simples pero fuertes, y una buena fórmula que transita entre el drama de no tener nada y la esperanza de poder tener todo.
Get Out
Jordan Peele mezcla terror, racismo, discriminación clasista y hasta algo de humor en su ópera prima de 2017. La combinación de géneros no solo para entretener, sino para mostrar un punto: ¿la servidumbre sigue viva en el siglo XXI? La respuesta, más que obvia, queda asentada en esta historia que deja en claro que tanto el color de piel como de dónde vengo son claros signos de sometimiento en nuestras sociedades.
Excelente esto!!! Lo compartí con estudiantes del colegio con los que estamos trabajando racismo en una materia!!!