cuento
Clase de yoga en el ascensor
El ascensor se frenó de golpe. Adentro estaba yo con mis dos vecinos de 80 años.
Flexidolor: un remedio para corazones rotos y departamentos vacíos
¿Y si existiera una pastilla que nos hiciera olvidar las despedidas impensadas?
512 días con ella
Fueron 512 días trabajando al lado de ella. Los suficientes para mirarla con cariño, odiarla con razones, conocer sus mañas, sus locuras, sus antojos y sus enojos. Los suficientes, para enamorarse…
El calor de enero
Sin amigos, familia e incluso jefes, el verano en Bs. As. puede ser muy solitario.
Ratearse
Hay tazas sucias por todo el monoambiente. Cada superficie capaz de de sostener una, está ocupada. Hay ropa tapando el sillón, copando la cama, ocultando el piso de madera. Está sucia y arrugada, no tiene posibilidades más allá de un lavado urgente. El esmalte rojo de mis uñas está saltado en cada uno de mis …
Las Hermanas
No eran hermanas, pero parecían. En la heterogeneidad de ese sexto grado, su casi perfecta igualdad de altura, su flequillo recto plagiado y sus vestimentas coordinadas, hacían que sus caras sean lo suficientemente parecidas para jurar que las dos provenían del mismo vientre. Además, se mantenían siempre juntas. De rincón en rincón del patio, secreteando …