Internet ofrece una marea insaciable de contenido audiovisual, sin embargo cada vez que estoy en algún tipo de reunión alguno dice “No se que serie ver”. El contenido aflora, pero por lo general siempre caemos en lo mismo. Últimamente me propuse una especie de condición, ver series que se centren en historias de pibes de mi edad. Con eso en mente, terminé descubriendo grandes series modernas, de todas partes del mundo. Estas son las que más me gustaron:
Merlí
Esta serie catalana se centra en Merlí, un profesor de filosofía bohemio y la relación de este con sus alumnos, su hijo gay, su mamá y sus varias amantes. Cada clase de Merlí está dedicada a un filósofo y a partir del pensamiento de cada uno de estos se trata una problemática particular que atraviesa alguno de sus alumnos.
A Merlí no le alcanza el sueldo y por eso vive con su mamá. Está separado y su ex mujer vive en Roma, por eso también está a cargo de su hijo Bruno con quien apenas tiene relación. Ese combo, lo hace a Merlí vulnerable y por eso, nunca se cree mejor que ninguno de sus alumnos. Los motiva a aceptarse como son, a no asumir la realidad como se la presentan los adultos y a no tener miedo a animarse a lo que sea.
Please like me
La serie sucede en Australia y arranca el día que a Josh lo deja su novia porque se da cuenta que él es gay. Hasta ese día él no lo sabía, o no lo quería admitir. Ese mismo día, Josh se entera que su mamá está internada en un neuropsiquiátrico tras intentar suicidarse. Estos dos hechos que podrían parecer el origen de un drama, le dan inicio a una serie cargada de humor ácido, inteligente e irónico.
Es ese tipo de serie en la que sentís que todo lo que pasa te podría pasar a vos. Por momentos me hace acordar a Seinfeld. Toca temas muy serios pero sin nunca perder la gracia.
La serie tiene otro mérito, es de las pocas que tiene un protagonista joven gay y cuya sexualidad deja de ser un tema desde el primer momento. A su familia, amigos e incluso a su ex novia, les da lo mismo de quien se enamora Josh.
Chewing gum
La protagonista es Tracey, una londinense negra de novia hace varios años con Ronald, un conservador católico. Los dos son vírgenes. Ronald está esperando al casamiento para “conocerse en la intimidad”. Tracey no aguanta más, las hormonas la tienen como loca.
El objetivo de dejar de ser virgen es lo que va a motivar a Tracey a conocer a quien sea con tal de apagar aunque sea un poco del fuego que la invade. Las actuaciones están completamente corridas. Son todos una manga de freaks intentando que alguien los mime un poco.
La serie está escrita y protagonizada por Michaela Coel, una rapera, poeta y actriz de 29 años que escribió Chewing gum como su proyecto de graduación de Guildhall, la escuela de arte y música de Londres.
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