Que culpa tiene el rugby


¿Por qué cada vez que el rugby está en el tapete por hechos de violencia, saltan un montón de rugbiers a justificar el deporte? A decir que la ovalada no se mancha, que no tiene nada que ver si diez energúmenos mataron a patadas a un pibe de 18 en Villa Gesell o dejaron a otro de 26, John,  con fractura de cráneo internado en el Hospital Italiano. O cuando nos llega a cada teléfono el video de un cobarde tacleando a un indigente, filmado por su manada desde un auto, mostrando la superioridad de quien empuja de atrás y sale corriendo. ¿Qué culpa tiene el rugby si un par de jugadores terminan con la vida de Ariel Malvino en una playa de Brasil? O, si arrastrados por el aire de mar también dejan inconsciente a un empleado de un boliche en Pinamar. ¿No será el sol del verano el que los quema y los confunde?

“Yo juego hace más de veinte años y ni yo ni mis amigos le pegamos a alguien. Siempre fuimos al boliche en grupo y jamás pasó nada.” Así se justificaba un jugador ayer en la tele. Cómo querés que te crea si yo también tengo tu edad, también fui a bailar y sí vi rugbiers cagándose a piñas. Que suerte la tuya. O la de los flaquitos como yo, si estuvimos en su mismo bar y disfrutamos de su pacifismo. Pero no podés tapar el sol con la mano, por más grande y entrenada que esté. Los casos son cada vez más y se te vienen encima.  Y refugiarse en los “valores” es tan absurdo como indignante. ¿Qué son esos famosos valores? ¿Jugar en equipo? ¿Pasarle la pelota al de tu equipo? Eso lo tiene hasta el beach volley. Incluso la Play Station si jugás de a cuatro. “Ir a entrenar a la noche en invierno, lloviendo y ver que tu compañero está en la misma que vos.” ¿Es acaso eso un valor en sí mismo? Se me viene a la cabeza un pelotón de militares. Qué raro.

“El rugby es un juego áspero, no violento.” Esto decía un ex jugador. ¿No es violento ir de frente a chocar con la cabeza contra otro? ¿No hay violencia en tirarse encima de un rival con los brazos para que se caiga al piso? A simple vista muchos dirían que no, que soy un exagerado, que es un deporte de contacto. Pero, ¿qué pasa cuando cada vez se entrenan más fuerte para que el choque no duela? ¿Qué sienten cuando el de al lado está más “groso”, y entonces hay que superarlo? “Es qué se volvió más físico. Y si no te entrenás bien, te rompen todo.”

¿Qué pasa cuando en tu cabeza empiezan a crecer todas estas ideas? Que si corro en invierno y de noche mi compañerismo llega al máximo nivel, que si más me entreno, más fuerte voy a ser y más fácil voy a derribar al contrario. Que si no me animo a taclear al grandote, soy un cagón, y que para eso está el fútbol o el básquet. Que este es un deporte de hombres, jugado por caballeros que respetan al árbitro. Que en el campo de juego lo que él dice es palabra santa. Que los machos se miden en moretones, cortes, y manchas de barro. Que hay que dejar la vida en la cancha por el que tenés al lado. No pain no gain.

¿Qué pasa cuando toda esa cultura, esa forma de educar a un rugbier traspasa los límites de una cancha? Pasa lo que todos sabemos. Son semillas que brotan violentas por tantos años de una formación basada en la “hombría” y el falso compañerismo.

Entonces no nos podemos hacer más los boludos. No podemos seguir diciendo que es casualidad. Basta de justificar al deporte. Basta de excusas. Mea culpa y a empezar a cambiar esta cultura absurda y violenta. Por Fernando, Ariel, John, y por todas las víctimas que lo sufrieron.

La próxima vez que te preguntes ¿Qué culpa tiene el rugby? Simplemente sacale los signos de interrogación.

1 Comment

  1. Gonzalo Lopez
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    Pasa lo mismo con el boxeo y similares. Por más justificación que le pongas, son deportes que, si bien por un lado descargan la violencia, por el otro la alimentan…
    Saludos santi!

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