No es fácil y no todos podemos hacerlo, pero es importante que en este tiempo limitemos el contacto con otras personas. Las medidas que está impulsando el gobierno argentino y el resto de los países (suspensión de clases, home office, asueto, etc) no son para que tengamos vacaciones extendidas y ayudemos a la castigada industria del turismo sino para que evitemos la circulación del coronavirus.
Los contagios se están duplicando día a día porque las personas que tienen el virus y no lo saben mantienen contacto con otros y los terminan contagiando. Se calcula que cada infectado le pasa el virus a 2,5 personas y estos a su vez a otras 2,5.
Esto es lo que pasó en Italia (41.035 infectados confirmados pero se sospecha que son 100 mil), Irán (18.407), España (18.077), Alemania (16.290), Estados Unidos (14.250) y Francia (10.891). Estos números son del 20 de marzo.
En este momento en Argentina tenemos confirmados 128 personas infectadas pero probablemente haya muchas que lo están y todavía no lo saben.
Todos los expertos en salud pública del mundo sostienen que la única forma de desacelerar la propagación del virus es con el distanciamiento social. Suena triste tomar esa medida, pero al momento es la única alternativa que el mundo encontró para parar la propagación del virus.
Si las personas que están contagiadas y no lo saben limitan su actividad social (no se suben a un bondi, no van a trabajar o no van a un cumpleaños) se evitan nuevos contagios. Como en este momento no sabemos quienes son estas personas, lo más precavido es limitar la actividad de todos.
Aunque parezca exagerado, no lo es. Si los contagios se disparan en un período corto el sistema de salud colapsa porque no hay los suficientes recursos en los hospitales para tratar a todos los pacientes a la misma vez. Además, el sistema tiene que seguir dándole respuesta a los pacientes que tienen enfermedades y problemas que no son el coronavirus.
Si en tu universidad suspendieron las clases o en tu laburo te dieron home office, no lo tomes como unas vacaciones. Guardate, porque cuidándote vos cuidás al resto.
Y si sos de la gran mayoría que no va a poder parar de laburar, tomá todos los resguardos posibles y tratá de pasar tu tiempo libre en casa.
Lo que cada uno haga tiene impacto en el resto. Esto solo se soluciona entre todos.
Y por último, durante este tiempo no le des bola al audio de Whatsapp que le mandó la prima del amigo del cuñado de un compañero de laburo que vive en Europa. Usá fuentes médicas y oficiales que son los únicos que saben.
Ser responsable no nos obliga a ser paranoicos.
Imagen por Pablo Vio.
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