Las marcas invisibles


  • Vos, sos un gordo puto.

Esas fueron las últimas palabras de Pedro. Después el cuchillo atravesó su estómago y páncreas, y la sangre salpicó para todos lados manchando  la mano, la cara y la panza del “gordo puto”, que se lavó con el agua fría de la escuela y se fue caminando.

***

Un par de semanas atrás.

Pedro y su papá fueron a la cancha a ver al club de sus amores. Dejaron el auto a pocas cuadras del estadio. Antes de bajarse ya tenía a un tipo parado al lado. “Los famosos trapitos” le dijo el papá al chico; “la resaca de este país”, agregó. El tipo les pidió 150 pesos y prometió cuidarles el auto como si fuera suyo. Después de negociar unos segundos, le terminó dando lo que había pedido desde un principio y se fue caminando de la mano con Pedro.

  • Negros de mierda, si no les das lo que te piden te hacen concha el auto. Vayan a laburar, soretes. ¿Ves Pedrito como hay gente que no quiere laburar? Son negros vagos que viven de nosotros.

 

***

Un mes antes, en la casa de Pedro.

  • Yo dejé una plata acá arriba. ¿Vos no la viste?
  • No señora, no la vi. ¿Plata?
  • Si, plata. No te hagas la boluda que me escuchaste bien.
  • No tengo idea señora.
  • ¿Y si no fuiste vos, entonces quién fue?
  • No lo sé señora, yo no vi nada.
  • Mi marido está trabajando y Lucía en la facultad. No se me ocurre quién más pudo haber agarrado. Pedro lo dudo porque es un chico.
  • Mire señora, yo le juro que no tengo nada que ver.
  • Mirá negrita villera. Más vale que aparezca esa plata porque si no la que va a volar rápido pero de una patada en el culo vas a ser vos. ¿Quién te enseño a robar? ¿Tu familia no?

Mientras la chica se tapaba la cara y las lágrimas con sus dos manos, la señora agarró del brazo a Pedro que estaba espiando y se lo llevó.

  • No hay caso con esta gente. Uno les da trabajo pensando que les hace un bien, y así te lo devuelven.

***

Varios meses antes en el cuarto de Lucía, la hermana de Pedro.

“Podés creer que la enana esa me vino a apurar diciendo que yo quería levantarme a su novio. Mirá si voy a querer estar con ese pibe, con lo feo que es, esa cabeza deforme que tiene. ¿Y la novia? Que tupé, creer que me quiero levantar a ese espanto. Igual la entiendo, pobre, con lo fea y enana que es debe estar paranoica todo el tiempo. Igual le dije que se quede tranquila, que un pibe tan feo solo puede aspirar a alguien como ella. Además no estaba haciendo nada…a ver bancame un toque que está mi hermanito acá rompiendo las bolas.”

  • A ver nene si te vas y me dejás hablar por teléfono en paz. Dale andate pendejo. Es una charla de gente grande, andá a mirar Pokemón.

Sí, ahí se fue el pendejo, en que estábamos…”

***

La noche antes del incidente, en la mesa familiar, los padres y sus dos hijos.

  • Pedro, ¿vas a seguir comiendo helado? Mirá que el domingo es la final. Además, ¿no estabas enfermo?
  • Dejalo en paz Rodolfo. Tuvo fiebre nomás, pero ya está bien. Mañana vuelve al cole.
  • Es por su bien, ¿o querés que termine como ese chico? El hijo de los Fernández. ¿Cómo se llama?
  • ¿Cuál? ¿Ramiro?
  • Sí ese.
  • ¿Ramiro Fernández? ¿Es algo de bola de papa?
  • ¿Quién es bola de papa?
  • Norberto Fernández, el gordo que iba a mi clase. Bola de papa. ¿Qué será de su vida?
  • Seguro es el hermano. Son todos gordos en esa familia.
  • Ay basta Rodolfo, no hables así. Y vos Lucía tampoco.
  • ¿Te sirvo más helado, hijo?
  • No má, mejor no.
  • Está bien, así no terminás como los Fernández.
  • Lucía, por favor basta.
  • Es un chiste mamá, no te pongas así. No es para tanto.

***

Un rato antes del incidente.

  • ¿Qué hacés Pipe? ¿De qué me perdí estos días?
  • ¿Cómo andás Pedro? ¿Lo del gordo Fernández ya te llegó no?
  • No, estuve sin celular y en cama. ¿Qué pasó?
  • Parece que lo vieron en el baño toqueteándose con uno de sexto. Re puto el gordo.
  • Dale, no te creo.
  • Es en serio. Preguntale a Fran, él los vio.
  • ¿Cuándo fue?
  • Hace dos días, el martes. Nadie lo quiere ni ver.
  • ¿Y cuál es el de sexto?
  • Moreira, el flaquito. Qué asco.
  • Seguro que exageran.

 

***

Momentos antes del incidente. En el baño durante la hora de inglés.

  • ¿Qué hacés acá? Maricón.
  • No tenés que estar acá vos, después de lo que pasó.
  • ¿Por qué? Vos no decidís quién puede y quién no.
  • ¿No estará Moreira escondido?
  • Callate pelotudo. Dejame tranquilo.
  • Así que te andás tocando con los pendejos.
  • Andate idiota.
  • Epa, no te me acerques. Me tocás un pelo y te mato.
  • Hijo de puta, a vos no te toco ni loco. Si sos un pelotudo.
  • ¿Yo, un pelotudo? ¿Y vos?
  • ¿Y yo qué?
  • Vos, sos un gordo puto.

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