Héroes Anónimos: Chelsea Manning, la “perra desagradecida” de Trump


Quizás el nombre Chelsea Manning poco te suene en este momento. Seguro muy poco te hubiese importado días atrás. Pero lo cierto es que desde que el nuevo “monstruo que acecha día y noche al mundo” decidió nombrarla, muchos voltearon la cabeza para intentar entender por qué esta desconocida era considerada “una traidora desagradecida” por el nuevo presidente de los Estados Unidos.

Para entenderlo, primero habría que saber de quién se habla cuando Trump señala al libre albedrío y se refiere bajo el mote de “traidora desagradecida” a quizás una de las heroínas más grandes que tiene este Siglo XXI. Chelsea nació bajo el nombre de Bradley Edward Manning en Oklahoma, un 17 de diciembre de 1987. Un rubio de tez blanca y mucha timidez que comenzó su carrera militar en el ejército de los Estados Unidos en septiembre de 2007 y que, a pesar de ser maltratado en reiteradas ocasiones por sus compañeros por tener una “personalidad amanerada”, logró recibirse en 2008 de la escuela militar como Analista de Inteligencia.

La suerte y el destino lo colocaron en 2009 en una de las “bases de operaciones avanzadas” (conocidas como FOB en inglés) del Ejército Estadounidense en Bagdad, Iraq, uno de los centros más importantes y neurálgicos de la guerra. Fue ahí donde la carrera de Manning cobró un nuevo sentido, el que hace varios años lo puso en boca de todos y por el que hoy sigue luchando en la cárcel militar de Fort Leavenworth, en el Estado de Kansas.

Ahora sí ¿llegaste hasta acá y todavía te estás preguntando qué es lo que hizo Chelsea Manning para ganarse mi mote de una de las heroínas más grandes de nuestro siglo? Para eso habría que volver el tiempo atrás al 5 de enero del 2010. Todavía en Bagdad, con apenas 23 años y bajo el nombre de Bradley, se puso en contacto con Julian Assange y el equipo de Wikileaks. Manning operaba una de las computadoras del ejército con mayor cantidad de archivos clasificados de la historia, y su consciencia se perturbaba cada vez que abría uno de los documentos sobre la guerra de la que él era partícipe.

La filtración a fines de 2009 por parte de Wikileaks de más de 500 mil “mensajes de pager” del fatídico 9/11 hizo que Manning tomara consciencia de lo que significaba “clasificado” para el gobierno de los Estados Unidos: encubierto, escondido o imposible de rastrear; eran algunas de las descripciones que el propio Analista de Inteligencia había considerado sobre los documentos que veía día tras día.

Por eso, y luego de tomar contacto con los principales directivos de Wikileaks, el 5 de enero de 2010 Bradley Edward Manning escribió el siguiente mail que cambiaría el curso de la guerra para siempre:

“Tengo en mis manos documentos de significacia histórica tanto de Afganistán como Iraq…

Este es probablemente uno de los documentos más significantes de nuestro tiempo, que puede ayudar a remover la niebla de la guerra y revelar la verdadera naturaleza de la guerra asimétrica del Siglo XXI.

Que tengan un buen día…

Bradley Manning”

Lo que acompañó esta confesión fueron 500 mil documentos sobre la guerra de Iraq conocidos como “Registros de Guerra en Iraq” publicados el 22 de octubre de 2010, y 90 mil más pero de Afganistán, publicados como los “Diarios de la Guerra de Afganistán” el 25 de julio de 2010. Entre tantos archivos se encontraba un video que sin dudas cambió el panorama mundial de uno de los conflictos bélicos más importantes de la historia: Collateral Murder o Asesinato Colateral mostraba cómo un helicóptero Apache estadounidense mataba a un grupo de civiles en Iraq en el que se encontraban dos periodistas de la agencia Reuters. En el clip se podía observar y escuchar como si se tratase de un maquiavélico juego de computadora cómo los oficiales del ejército reían mientras masacraban inocentes por las calles de Bagdad sin ningún tipo de justificación. Además de todo esto se encontraban unos archivos sobre Guantánamo que mostraban la crudeza y tortura con la que se trataba a los presos -muchos de ellos inocentes- de la famosa cárcel en la bahía de Cuba.

A partir de ese momento la vida de Bradley Manning cambió para siempre y fue lo más parecido a un infierno: su detención en 2010, su paso también por Guantánamo, el juicio del Estado contra su persona, su sentencia por traición a la Patria de 35 años y, entre muchísimas otras cosas, su cambio de sexo para finalmente ser considerada como mujer y ser llamada Chelsea.

Antes de su partida de la Casa Blanca, Barack Obama tomó la importante decisión de conmutar la pena de Chelsea Manning reduciendo su sentencia y exigiendo su liberación para mayo de 2017. Esto sucedió luego de que la ex soldado intentara suicidarse en reiteradas ocasiones y que uno de sus aliados, Julian Assange, anunciase que de dejarla libre él saldría de su asilo político en la Embajada de Ecuador en Londres aceptando así ser extraditado a los Estados Unidos para enfrentar uno de los juicios más importantes de la historia. En mayo de ese año Chelsea fue liberada y en abril del 2018 anunció su intención de postularse como senadora de EE.UU. por el partido demócrata.

No obstante, la “libertad” de Manning duró pocos años… Volvió a la cárcel en 2019 por negarse a testificar ante un gran jurado sobre una investigación contra WikiLeaks. “No participaré en un proceso secreto al que me opongo moralmente, en concreto, uno que ha sido usado para atrapar y perseguir a activistas por su discurso político”, dijo en un comunicado.

Pero la cosa no terminó ahí, y después de otro intento de suicidio y en medio de la Pandemia, la Justicia en 2020 volvió a abrirle las puertas y lo dejó en liberta.

La historia de Chelsea Manning es quizás el mejor ejemplo de que hoy en día la libertad de información y prensa sigue tapada por los intereses de unos pocos. Y que mientras haya Donalds por el mundo será difícil destapar ollas calientes como lo hizo, sin pensar en sus consecuencias, esa “perra desgraciada” que hoy molesta y perturba los sueños de la Casa Blanca. Pero aunque algunos la llamen topo, puto, vende patria o asesino; yo prefiero decirle como se merece: heroína. 

En el marco de una nueva columna en Charlatown de Vorterix, Pablo Vio contó la historia de Chelsea Manning. Pueden ver la columna acá: 

1 Comment

  1. Revista Wacho, siempre echando luz a mis ojos y escribiendo sobre el lado B de la historia, sobre los
    héroes anónimos. Sin más, muchas gracias!

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