Rodrigo o como le dicen sus amigos “Rorro” tiene 29 años y está próximo a llegar a los 30. Desde que terminó el colegio se puso a estudiar y a laburar. Con determinación consiguió alcanzar el título de Licenciado en Administración de Empresas y un privilegiado puesto en la empresa de seguros “Marsh.” A Rodrigo nadie le regaló nada.
Todos los días se toma la Línea A para hacer el mismo trayecto: Perú-Púan. Rodrigo nunca se imaginó que un viaje en subte iba a ser lo que marcaría un antes y un después en su vida.
El viernes pasado Rodrigo amaneció siendo la cara de los principales diarios. ¿El motivo? Fue parte de una de las fotos más impactantes y reproducidas de este año. ¿La imagen? Carlos Bilardo, el técnico campeón del 86 viajando en subte con los cordones desatados. A su lado “Rorro” o como lo llaman sus nuevos seguidores en Twitter: “Mayada después de la contraprueba.”
La sorpresa de ver a un ídolo popular en una situación de lo más ordinaria hizo que la foto circulara con impresionante velocidad por redes sociales hasta llegar en pocas horas a diarios y canales de todo el país y también del mundo. La cara de Rodrigo estaba por todos lados.
En un heroico trabajo de investigación nuestros cronistas salieron a buscar la palabra de “Rorro” quien intentó evadir, durante el fin de semana, el acoso de los asfixiantes medios. Pero Wacho es Wacho y este, es su testimonio:
“A las dos horas de haberme bajado del subte, un amigo me manda la foto por Whatsapp y me cuenta que estaba circulando en Twitter. No lo podía creer. A cada minuto me mandaban por algún grupo distinto la foto con Bilardo. Mi familia, mis amigos, mis primos, algunos incluso me hablaban por privado”.
Ese día Rodrigo apenas pudo trabajar, aún así su jefe no se molestó . Toda la empresa se acercaba a su oficina para hablar con él. La noticia figuraba entre las más leídas en Clarín, La Nación, Olé e Infobae. Incluso, llegó al portal del diario español Marca, el principal diario deportivo de ese país.
“Recién ahí me di cuenta de la relevancia de la foto. La gente me venía a felicitar solamente por haber estado en el subte, y por haber tenido la suerte de ser retratado junto al Doctor”.
En Instagram sus amigos lo etiquetaban, esto hizo que algunos desconocidos empezaran a seguirlo en esa red social. Una persona incluso llegó a mandarle un mensaje privado: “¿Cómo no lo estás abrazando en la foto? Dormiste, mister”. Pero “Rorro”, quien mantiene los pies en la tierra, le contestó amablemente que él no es “tan cholulo” pero que sin embargo siente “gran admiración por Carlos” y que le le hubiese gustado abrazarlo.
La mayoría de las personas que le escribieron o hablaron con Rodrigo ese día, le hicieron algún comentario similar. A todos les llamaba la atención cuando les contaba que durante todo el viaje en subte ni él ni ningún otro pasajero se acercó siquiera a saludar al Doctor. La única que le habló durante todo el viaje fue la señora que aparece en la foto entre Bilardo y Rodrigo.
“A eso de las 20:00 me subí al subte en la estación Perú. Encontré un asiento vacío, me puse la mochila de Marsh entre las piernas, me senté y enfrente se me paró un hombre. No le vi la cara hasta que una señora en la otra fila le ofreció el asiento y él se negó. Eso me llamó la atención. Recién ahí me di cuenta a quién tenía en frente. No lo podía creer”.
La señora lo conocía a Bilardo, así que no dudo en acercarse, para charlar un poco. En Avenida de Mayo se bajaron dos personas que estaban sentadas al lado de Rodrigo. Bilardo le ofreció a la señora sentarse juntos en los asientos que habían quedado vacíos y así quedaron dispuestos como se ve en la foto. Rodrigo viajó escuchando toda la conversación.
“Él le dijo que se bajaba en Púan, la misma parada en la que me bajaba yo. La señora le preguntó porque viajaba en subte y Bilardo le respondió que la ciudad era un caos y que viajando en auto iba a llegar a cualquier hora a su casa. Aunque ya la conocía, Bilardo le preguntó en dos oportunidades a que se dedicaba, ella le contó que tenía unas máquinas de café distribuidas en el centro y que cobraba, reponía los accesorios y las limpiaba”.
De repente a Bilardo le empezó a sonar el celular, se disculpó e interrumpió la charla para atender. “No pude evitar también escuchar esa conversación. Era su esposa, se notaba que estaba hablando de la vuelta a su casa. Cuando cortó dijo que tenía que cambiar sus planes. Tenía que volver para atrás para combinar con la D y así ir hasta estación Congreso para buscar a su mujer por la radio donde trabaja. Se bajó en Loria”.
Rodrigo explica que ese fue el motivo por el cuál en las redes sociales se generó el debate sobre si la foto fue tomada en la línea A o la D. Evidentemente ese día fueron varios los que vieron al ex técnico.
Ya con Bilardo abajo del subte Rodrigo siguió su viaje. Un grupo de chicas de no más de veinte años empezaron a preguntarse si el que se acababa de bajar era o no famoso. Rodrigo con una mirada les dijo que sí. Las chicas al confirmar su sospecha empezaron a lamentarse por no haberlo saludado o sacado una foto.
“Cuando vi que unas chicas de 20 años lo reconocieron, me di cuenta de la fama de la persona. ¡Es el último campeón! Lo loco es que en ese momento pensé: qué lástima que no me saqué una foto”.
Esta amargura por no haber inmortalizado el momento, le hizo recordar a Rodrigo una de las anécdotas más famosas del Doctor. Cuándo fue campeón del mundo en el 86, Bilardo no pudo sacarse una foto con la copa. Sin embargo, tenía esperanzas de poder hacerlo en el 90. Cómo todos sabemos eso no pudo pasar. Para Rodrigo la suerte fue distinta.
En el transucrso del último viernes, los amigos de Facebook de “Rorro” no pararon de aumentar, lo mismo que sus seguidores de Twiter e Instagram. El sábado a la noche fue a bailar, después de mucho tiempo volvió a tener la suerte de no pagar la entrada. Adentro del lugar fue saludado y felicitado por propios y extraños. Cuenta Rodrigo que hasta lo invitaron a un programa de un reconocido canal de TV para ser entrevistado. No sabemos hasta dónde llegará la fama de este nuevo personaje, lo que sí sabemos es que sus hijos sí le creerán cuando les cuente que que alguna vez viajó en subte con el gran Carlos Salvador Bilardo.
Nota: Tras la entrevista Wacho hizo un trabajo de archivo y pudo constatar que la foto con Bilardo no sería la primera de Rodrigo con algún ídolo futbolístico.
Por Tomás Vio y Fermín Cañete.