Chape


Por Sebastián Alonso

Amiga, quería contarte algo y hacerte una pregunta, vos que sos un poquito más grande que yo, unos meses nomás eh, pero como siempre me lo hacés notar capaz sabes alguna que otra cosa que a mí se me pasa por alto. 

El otro día, vino el novio de mi hermana a casa, él es un divino, viene en auto, la lleva y la trae, y cada vez que viene tiene el pelo de un color distinto. Dice que así lo tenía el Potro, Rodrigo. Bueno, resulta que se quedó a comer a la noche y después me dijeron si quería ver una peli con ellos. Pusieron una de terror que me cagué en las patas pero me tenía ahí, re enganchada mirando cómo un dentista asesino se encargaba de matar a sus pacientes. Qué horror amiga, no sabés lo que era esa peli. No sé si era más para que me vaya a dormir o qué, pero cuestión que me la vi toda. En un momento, cuando estaba a punto de morirme de miedo, me di vuelta y vi algo terrible y asqueroso. Y acá te paso a contar: el novio de mi hermana le estaba dando un beso pero no un piquito como el que vos te das con Fede en el recreo, sino que le estaba metiendo la lengua en la boca y se la revolvía toda. Yo me quedé dura amiga, sentí que así como el dentista ese le metía esos aparatos a sus pacientes para matarlos el novio de mi hermana le estaba metiendo la lengua en la boca para comersela de una vez por todas. Y cuando iba a gritar para decirle que pare que la iba a matar, me di cuenta que mi hermana le estaba metiendo la lengua a él! Y ahí no pude entender quién quería matar a quien, pero sí pude entender que les estaba gustando. Me dio un asco que ni te cuento. No entiendo como los grandes disfrutan de esos tipos de besos la verdad, toda la baba del otro, el pedazo de churrasco que queda entre los dientes ahí bailando, el aliento a podrido que tiene mi cuñado, qué sé yo. 

¿Nos pasará algo así amiga? ¿Querremos alguna vez que un muchacho nos meta la lengua en la boca y defendernos dando nuestros lenguetazos? ¿Querremos sentirle el aliento a muerto a un chico tan de cerca? ¿Será que una se olvida de todo eso que es tan asqueroso cuando se vuelve grande? Yo entiendo que deben estar enamorados o algo así, porque sino porqué lo van a hacer. A veces la veo tan boluda a mi hermana. Ahora que me acuerdo, una vez la enganché haciendo eso de la lengua pero en su codo. ¿Será que el amor te pone tan boluda que le querés meter lengua a cualquier cosa? Lo que sí sé, es que apenas teminó la película me mandaron a dormir. En un momento, entre sueños me desperté y creí escuchar algunos gritos que venían de la cocina, pero seguro era el miedo que me había quedado al dentista ese asesino, o a esa asquerosidad que vi. 

Me preocupa crecer y ponerme así, porque lo que vi no era nada divertido, y quería saber tu opinión. También quería contarte que tengo algunas figuritas repetidas de chiquititas que te quiero regalar porque ya nadie me las cambia. Te las mando en el sobrecito con esta carta. Besos, Vale.


Este texto surgió de los Talleres de escritura creativa de Wacho.

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