Agua


Imagen por Pablo Vio

¿Hace cuánto qué mirás para los costados? ¿Qué estás buscando?

Es solo un señor con lentes gruesos leyendo y un plato con migas de alguna torta de plátano y jengibre.

Estás buscando tu elemento y pensás que lo vas a encontrar porque te sentaste en un café cool a escribir a mano. Te morfás el verso romántico del cafecito, el viejo leyendo poesía, la chica extranjera a dos mesas que creés que te mira mientras se aburre con su mac en plataformas digitales de cosas que no termina de entender. Dejá de distraerte. Dejá de mirar para los costados.

¿Tu elemento es la escritura? ¿De dónde sacaste esa idea? Vos sos agua. No hace falta ni que te lo diga ningún aprendiz de astrología. Sos agua. Hacés agua, te ahogás en la mayoría de los vasos con agua, gozás cuando el agua te llega hasta el cuello y si empieza a subir hasta taparte y perdés la respiración, y te vas quedando con el último hilito de aire, mucho mejor. ¿Por qué? Porque sos todo agua.

Apagás cualquier fuego interno, inundás los valles fértiles que creíste regar. Hacés pileta cualquier huerta.

Te cae agua por el pelo. Te descongelás y la gota cae sobre la tinta y se borronea, se enchastran el dedo y el papel, se ennegrecen el renglón y la yema del pulgar. Agua negra, agua sucia, manchas amorfas que te roban el espacio.

¿Escribir? ¿En serio eso querés? Ya ni letra te queda. ¿Qué dice ahí? ¿Gracias? ¿Querías? ¿Quejas? No entendés y te ponés nervioso y volcás el café, que es pura leche porque para agua ya estás vos y tus noventa y cinco litros.

Leche marrón sobre tinta negra y agua turbia del deshielo de tu pelo grasoso de verano y asfalto.

No sé en qué estabas pensando cuando te sentaste acá. Pedí unas servilletas y limpiá los garabatos o mejor aún, armate con ellas un barquito de papel y andate navegando por los ríos que dejaste de camino. Quizás te lleven a casa o en una de esas tengas suerte y llegues al mar y la sal te cure un poco la herida.

Andate. Si ya es tarde y no hay café y no pudiste escribir nada. Pone punto final y andate.

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