Este domingo a las 21, se entregan los Premios Emmy que reconocen los mejores programas de la televisión yanqui. Si bien la ceremonia nos importa muy poco, muchos de nuestros shows preferidos están nominados y nos parece una excelente excusa para recomendártelos.
Algunos ya los recomendamos otras veces en Wacho, pero nunca está de más una insistir con esas joyas que nos parecen muy buenas. Estas son nuestras recomendaciones, ¿vos cuáles nos recomendás?
Pose
Con 5 nominaciones y después de estrenar su tercera y última temporada, Pose marcó un hito en esta entrega de premios al tener a MJ Rodríguez entre las nominadas a mejor actriz en una serie dramática. ¿Por qué esto es importante? Por qué es la primera mujer trans en estar nominada en esta categoría, que es de las más importantes de los Emmy.
Basada en el documental “Paris is burning” y en la cultura voguing de la Nueva York de los 80, Pose le da vida a uno de los colectivos más discriminados dentro y fuera del mundo gay: las personas trans.
Expulsadas de sus casas y obligadas a permanecer en la oscuridad de los suburbios y la noche, las chicas, chicos y chiques protagonistas de esta historia arman sus propias familias y mundos donde la discriminación no existe y a cada uno se lo trata como a una persona.
Si no tenés amigas o amigos trans, te recomiendo que mires esta serie que refleja muy bien los problemas que tienen que enfrentar y la grandeza con la que logran sobreponerse.
Vas a reír, llorar, bailar, cantar y hasta reflexionar. Su creador es Ryan Murphy (OJ Simpson, El asesinato de Gianni Versace y Glee) y, entre varios méritos, tiene el elenco de personas trans más grande de la historia de la televisión.
¿Dónde verla? Está disponible en Netflix, Flow y Cuevana.
The Crown
Con 24 nominaciones es una de las series más aclamadas de este año. Su cuarta temporada se centra en la década del 80 en Gran Bretaña, cuando tres mujeres fueron las personas más poderosas de ese país: La Reina Isabel, su nuera Lady Di y la primera ministra Margaret Thatcher.
Aunque quizás a nosotros sus vidas nos parezcan lejanas, tenemos mucho más en común con estas personas de lo que nos imaginamos. Porque justamente, abajo de la corona hay personas.
Son seres humanos que tienen que resignar el amor por el deber y terminan convirtiéndose en esclavos de un rol que no eligieron. Son títeres de una institución que los tiene a ellos mismos como sus propios soberanos y súbditos.
Tiene uno de los mejores elencos, guiones, escenografías, y música. Además, aprendés historia desde la cama. No dejes de verla.
I may destroy you
Escrita, dirigida, producida y protagonizada por Michaela Coel, tiene seis nominaciones, entre ellas mejor serie corta.
Arabella, una joven escritora londinense famosa por su elocuencia en Twitter y por haber publicado un best seller, se despierta una noche con su celular roto, la cara lastimada y recuerdos borrosos de una noche que no sabe qué pasó.
Poco a poco reconstruye en su cabeza esa noche del horror y se da cuenta que fue violada. A partir de ahí la venganza, llena de humor negro e ironías, se vuelve el eje de este drama literalmente NEGRO.
Doce capítulos intensos que dejan en evidencia problemas de ayer, de hoy y de siempre.
Cobra Kai
Aunque está nominada a mejor serie de comedia, seguramente no gane nada, pero no importa, la queremos igual. Cómo no hacerlo si es la continuación de Karate Kid.
Pasaron 34 años desde la última vez que Daniel San y su archi enemigo Johnny Lawrence se enfrentaron en un campeonato de karate. Los dos ya son cincuentones, tienen hijos y una vida fuera del ring. A Daniel le fue excelente y a Johnny bastante mal.
Aunque pasó el tiempo todavía queda rencor entre ellos, mezclado con una pizca de cariño por los momentos vividos. En el ida y vuelta de esa relación se da esta serie que tiene muchos guiños a los ochenta, una linda estética y una muy buena banda sonora.
Es una de las series más vistas de Netflix y es ideal para poner el cerebro en remojo.
Ru Paul Drag Race
Es el único reality show de esta lista, pero lo recomendamos porque es imperdible. Esta última temporada (N° 13) ya ganó 4 Emmys entre ellos a mejor conductor, dirección y casting.El domingo compite a mejor reality show y seguro lo gane (desde el 2018 lo gana ininterrumpidamente).
Es un programa que empezó siendo algo muy chiquito en un canal bien pedorro del cable yanqui y terminó convirtiéndose en un fenómeno cultural global.
El concepto es simple, encontrar a la próxima estrella drag.
En cada temporada un promedio de 12 drag queens compiten por ganar ese título. Los desafíos que tienen que hacer combinan el total absurdo con la más ingeniosa creatividad.
Si te gusta la música, la actuación, el diseño, la estética, la comedia e incluso la sensibilidad, tenés que darle una oportunidad.
En total hay 13 temporadas, te recomiendo que empieces por la 4 que es cuando el programa da un giro y se transforma en lo que es el día de hoy.
Gambito de Dama
Con 18 nominaciones, esta mini serie protagonizada por la argentina Anya Taylor-Joy fue una de las series que todos vimos el año pasado.
En el orfanato Beth aprendió a jugar al ajedrez y también se volvió adicta a las drogas.
Una vez afuera busca convertirse en la número uno de ese juego que domina a la perfeción. Su único problema son las drogas que la dominan a ella.
Aunque rompió récords y es de las series más vistas de Netflix, sus 7 episodios son tan perfectos que es posible que no tengamos segunda temporada.
Wanda Vision
La vi cuando se estrenó en Disney+ y al principio no entendí nada (vale aclarar que poco sé del Universo de Marvel y esto, básicamente, está basado en eso… je). Pero después de dos capítulos viajando por distintas décadas televisivas (y disfrutando por sobre todo del increíble cambio estético que se va logrando cada vez), me metí de lleno en la historia de Wanda y Vision, una familia de superhéroes que intenta vivir una vida normal y que… obviamente no lo logra.
Grandes actuaciones, un giro inesperado y personajes que van y vienen todo el tiempo pero que tienen ese “no sé qué” que te deja muy enganchado. Además, guiños constantes al Universo Marvel que yo no agarré pero que cualquier fanático celebraría.
Ted Lasso
Una comedia súper simple: un entrenador de fútbol americano es convocado por un equipo de la Premier League inglesa para no irse al descenso. Lo que podría ser una serie completamente intrascendente, toma relevancia gracias a la transformación que hay en las relaciones entre Ted (interpretado por Jason Sudekis) y su equipo.
Revanchismo, optimismo al mil, guiños perfectos entre el chiste inglés y el yanqui, personajes que te sacan más de una risa con ruido y unas tremendas ganas de ver campeón a Richmond.
Hamilton
Ok, empecemos porque la obra de Broadway ya ganó, entre otras cosas, once premios Tony, un Grammy a mejor musical y un Pulitzer a mejor drama. Si a eso le sumamos una versión filmada en vivo para televisión, y que encima se estrenó en pandemia, tenés un cóctel lleno de aditivos que lo convierten sin dudas en uno de los mejores musicales que vas a ver en tu vida.
Lin Manuel Miranda, creador y protagonista, encarna a la perfección la vida de Alexander Hamilton con letras y canciones más que pegadizas y con un alto mensaje político. La vida de uno de los padres fundadores de EEUU que pasó casi sin pena ni gloria en los libros más importantes de su país aún siendo el primer secretario del Tesoro de los Estados Unidos, el fundador del sistema financiero de la nación, creador del New York Post y el promotor de la Constitución. ¿Poca cosa, no? Imaginate toda su lucha, entre ingleses, guerra e independencia; mujeres, hijos e infidelidades; traiciones, sueños y muertes.
Vale la pena verla (aunque sí, es muy larga) de principio a fin y repetirla varias veces. Y sí, seguramente te termines bajando el disco en Spotify y le des play más de una vez.
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