7 comedias de ayer para cagarte de risa hoy


Veo el reencuentro de Friends y me es inevitable no sentir nostalgia. La primera vez que vi un capítulo fue a mis catorce años por Warner. Era una época en la que los programas se veían únicamente en el día y horario que Multicanal decidía. 

Internet era una tecnología hiper moderna que solo los más chetos de la clase tenían. Pero ni siquiera ellos podían ver una serie o película en la computadora, no existía Cuevana o la N roja. Si querías ver algo en cualquier momento del día tenías que ir a un video club. 

Así fue que me perdí muchas series increíbles. Grandes joyas que no pude ver porque mi agenda no coincidía con la del televisor.

Por suerte, esto cambió.

De grande descubrí muchos programas viejos que son geniales y que no se oxidan con el paso del tiempo.

Por eso, quiero recomendarles un par. Son comedias de los 90 o principios de los 2000 que me sacan risas cada vez que las veo. Te dejo las mías, ¿vos cuál me recomendás?

 

Seinfeld

No podía empezar esta lista sin recomendar la que para mí es la mejor comedia de todos los tiempos. El argumento es bastante fácil, cuatro amigos treintañeros y solteros que les cuesta asumir cualquier tipo de compromisos. 

Es eso, la vida misma: trabajos que no te gustan, seguir viviendo con tus viejos, parejas a las que le encontrás todo lo malo, la negativa a tener hijos y una lista infinita de cosas con las que muchos nos sentimos identificados.

Lo que hace que Seinfeld sea tan graciosa es su sencillez. Muchas veces lo definieron como un show sobre nada. Aunque quizás sea una definición exagerada, es una buena forma de reírse de una serie que se rió de todo y de todos. 

 

Arrested Development

En la línea de Seinfeld, esta serie se anima a faltarle el respeto a todo. No es burla, es humor ácido e inteligente. 

La familia Bluth era muy muy muy rica y quedó en la bancarrota cuando la Justicia descubre que estafaron a varios clientes, entre ellos Saddam Hussein. Como cualquiera que alguna vez fue muy pudiente, para los Bluth es muy difícil dejar de vivir una vida de lujos y en ese tira y afloje entre lo que son y quieren ser se desenvuelve la historia.

Cuando se estrenó tuvo poca audiencia y después de tres temporadas la levantaron. Sin embargo, gracias a Internet hubo un redescubrimiento de la serie y se volvió un fenómeno y Netflix produjo una cuarta temporada.

The Office

Pocos personajes me generan tanta vergüenza ajena y amor incondicional como Michael Scott, el protagonista de esta serie que interpreta Steve Carrell.

Como si fuera un documental, la serie se filma adentro de una oficina en la que todos los empleados están desquiciados. Son un grupo de inadaptados que nunca se hubieran relacionado si no fuera porque comparten el mismo lugar de trabajo.

Es humor incómodo, te reís de ellos, muy pocas veces con ellos.

Existe una versión inglesa que nunca vi, la versión yanqui me gusta tanto y amo tanto a sus personajes que no quisiera compararlos. Es un sentimiento tonto que solo te lo da un programa así.

30 Rock

La creadora es Tina Fey, una de las personas más inteligentes y graciosas de la televisión yanqui. Seguramente por eso su programa se ríe de la industria televisiva de ese país. 

30 rock es la dirección en la que queda NBC, el canal en el que se emitió originalmente este programa. Usa un humor surrealista para parodiar muchas situaciones que se viven en la empresa. Gerentes que se creen omnipotentes, actores que se creen omnipotentes, directores que se creen omnipotentes y empleados en el medio que tienen que hacer malabares entre tanto ego. 

Es una serie en la que todos quisieron participar. Entre sus siete temporadas aparecen grandes actores y músicos como Childish Gambino, Cindy Lauper, Julianne Moore, Jon Bon Jovi, Matt Damon, Jon Hamm, Robert De Niro, James Franco y varios más. 

Will and Grace

Aunque la vi de grande, es una serie que siempre de pendejo me atrajo por tener protagonistas gays y mostrarlos como seres normales (sin estar conflictuados, sin morir trágicamente y teniendo el amor de sus amigos).

Justamente por eso, fue una serie revolucionaria. 

Will es un hombre gay que vive con su mejor amiga Grace. Al estilo de Friends, todos los días en su departamento aparecen el resto de sus amigos que están bastante del ojete y hacen que todo sea gracioso.

Es una de las series yanquis que más premios y nominaciones tuvo en todos los tiempos.

Malcolm in the middle

Si hablamos de gente neurótica, esa es la familia de Malcolm. De hecho, creo que sería como Seinfeld pero hecho familia.

Malcolm es el hermano del medio, ese que pasa un poco desapercibido para sus viejos. No es tan grande para tomar decisiones que afecten a la familia, ni tan quilombero para traer problemas, ni tan chico como para que todos lo estén cuidando. Quizás por eso es el que tiene más libertad y sentido común.

Fue uno de los primeros programas en usar una única cámara para la filmación, algo que después hicieron The Office, Arrested Development y 30 Rock. 

Como yapa, el actor que hace del papá de Malcolm es Bryan Cranston, Walter White de Breaking Bad (por esa versatilidad te das cuenta que es un actor del carajo).

 

Padre de familia

Si Los Simpsons fueran los Beatles, Padre de Familia sería los Rolling Stones. 

La serie tiene un humor muy corrido, incluso para algunas personas hasta puede resultar ofensivo. Se ríen de todo y de todos. Pasan límites que ni Seinfeld o Arrested Development pasaron. 

Si bien los protagonistas son una familia tipo de Estados Unidos, lo que pasa en cada capítulo está lejos de mostrar a seres humanos normales. 

El programa ya va por su 20° temporada, cuando estas cosas pasan es difícil decir si todos los capítulos son realmente buenos, pero sin dudas hay varios que son para ver una y otra vez.

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